Hoy 10 de marzo de 2025, no solo queremos revisar lo que pasó en 2024 con la pólitica de drogas en colombia (y lo que no pasó), sino poner sobre la mesa las exigencias urgentes que desde PAR ILUMINACIÓN consideramos fundamentales para que el país avance en un modelo más justo, humano y efectivo. Estas son las 12 exigencias que creemos deben guiar el rumbo de la política de drogas en Colombia este año.
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Desarrollo efectivo de la Política Nacional de Drogas
En 2023 se lanzó la nueva Política Nacional de Drogas, que promete una transformación de fondo en la manera como el Estado aborda el tema durante la próxima década. Sin embargo, el papel lo aguanta todo. Exigimos que en 2025 haya avances concretos en el plan de acción, con medidas que garanticen la implementación de un enfoque de derechos humanos, con participación efectiva de comunidades, y con un compromiso real por cambiar las lógicas que han fracasado durante décadas. -
Avance en la regulación del uso adulto del cannabis
Ya no podemos seguir aplazando el debate ni los cambios legales. La regulación del uso adulto del cannabis es un paso necesario para romper con el paradigma prohibicionista. Exigimos que el proyecto de acto legislativo avance sin obstáculos en el Congreso este año, de manera que se aprueben los cuatro debates que permitan concretar la reforma constitucional en 2026. Es hora de que Colombia tenga un modelo propio de regulación, enfocado en derechos, salud pública y justicia social. -
Aprobación de la ley de reducción de riesgos y daños
La reducción de riesgos y daños es una herramienta imprescindible en la política de drogas moderna. Colombia debe aprobar ya una ley que formalice e incorpore este enfoque en el diseño de programas y políticas. No se trata solo de cambiar normas, sino de salvar vidas y garantizar derechos a quienes consumen sustancias. Es urgente un compromiso legislativo que deje atrás la criminalización y apueste por la salud. -
Ampliación de los espacios de consumo seguro
Ya existe en Bogotá el primer espacio de consumo seguro de sustancias psicoactivas en Colombia y en Suramérica. Pero esto debe ser solo el inicio. Exigimos que en 2025 se creen más espacios de este tipo en otras ciudades del país, con respaldo institucional y financiamiento suficiente. Estos lugares son clave para la reducción de daños y para evitar muertes prevenibles. No más estigmatización: el consumo seguro es una cuestión de dignidad y salud pública. -
Liderazgo internacional en la reforma de la política de drogas
Colombia jugó un papel protagónico en la Comisión de Estupefacientes de 2024, impulsando una discusión abierta sobre el fracaso de la prohibición. En 2025, exigimos que el país continúe liderando la agenda internacional, defendiendo enfoques basados en derechos humanos y buscando consensos para reformar un sistema global que ha demostrado ser ineficaz y violento. -
Implementación de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad
Desde 2022, la Comisión de la Verdad dejó claro que la política prohibicionista ha sido un factor clave en el conflicto armado. PAR ILUMINACIÓN exige que en 2025 se cumplan recomendaciones específicas del informe final, como la promoción de investigaciones sobre los usos alternativos de la coca y la marihuana. Este es el camino para construir alternativas económicas que respeten a las comunidades campesinas y afrodescendientes. -
No más abusos ni restricciones injustificadas
Rechazamos las medidas que, bajo la excusa del control, vulneran derechos fundamentales. Exigimos que en 2025 no haya más decretos municipales que criminalicen el consumo en espacios públicos ni más abusos de autoridad. La política de drogas no puede seguir siendo una herramienta de discriminación y control social. -
Transformación de las narrativas sobre drogas
Es hora de desintoxicar el discurso oficial sobre drogas. PAR ILUMINACIÓN exige que el Estado garantice el derecho a una información veraz y basada en evidencia científica. En 2025, la política de drogas debe alejarse de los estigmas, el racismo y la criminalización de la pobreza, y promover una narrativa que reconozca la diversidad cultural y el respeto a los derechos humanos. -
Reparación integral para las mujeres privadas de la libertad por delitos de drogas
La Ley de Utilidad Pública ha permitido la liberación de más de 100 mujeres presas por delitos de drogas desde 2023. Pero falta mucho. Exigimos que en 2025 se amplíe esta política y se garantice una reparación integral: eliminar antecedentes, facilitar acceso al empleo y brindar apoyo psicosocial a las mujeres que han sido criminalizadas por sobrevivir. -
Regulación justa y reparadora del cannabis
No basta con legalizar: es fundamental definir el tipo de regulación que necesitamos. PAR ILUMINACIÓN exige que en 2025 se priorice una regulación del uso adulto del cannabis que incorpore medidas de justicia social, reparación a comunidades afectadas por la guerra contra las drogas y que fomente un mercado equitativo que beneficie a pequeños productores y organizaciones sociales. -
Prohibición definitiva de la fumigación aérea con glifosato
Aunque la fumigación aérea ha estado suspendida, tememos su regreso. Exigimos que el gobierno colombiano se comprometa de manera definitiva a prohibir esta práctica, que ha demostrado causar graves violaciones a los derechos humanos y daños ambientales irreparables. La erradicación forzada no es la respuesta. -
Fortalecimiento de la sociedad civil en política de drogas
La transformación de la política de drogas solo es posible con una sociedad civil organizada y empoderada. Exigimos que en 2025 se garantice la participación de organizaciones, colectivos y comunidades en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas sobre drogas. No más decisiones tomadas a puerta cerrada.
En PAR ILUMINACIÓN creemos que el 2025 debe ser el año de los cambios valientes y necesarios. Estas 12 exigencias no son una lista de deseos: son una hoja de ruta para avanzar hacia un modelo de política de drogas que ponga la vida, la dignidad y los derechos en el centro.